He estado ahí: atrapada en la procrastinación. Sé por experiencia lo frustrante que es no sentirte cómoda con la vida que llevas y tener la certeza de que puedes hacer más. Día tras día, desde que te despiertas hasta que te acuestas, sientes que tu realidad no está alineada con la vida que deseas.

A los 21 años, decidí cambiarlo todo. Dejé un trabajo que me drenaba y me lancé a emprender con más miedo que certezas.

En los últimos tres años, he fundado tres empresas exitosas, una de las cuales ha alcanzado nivel internacional con clientes en Estados Unidos, Canadá y Australia. Por eso, creo firmemente que el éxito no es cuestión de suerte; es el resultado de asumir y personificar la visión de la persona que deseas ser. Con un trabajo consciente en tu identidad, mentalidad y las herramientas adecuadas, puedes recuperar el control de tu tiempo y de tu vida. Solo necesitas abrirte a esa posibilidad.